miércoles, 6 de junio de 2012

Día del Bibliotecario en Cuba


 










  
           Por guardar y organizar la memoria de todos
                                       
                                Félix García Acosta  (Felo)

Las bibliotecas no son solo esos amplios salones, muy bien iluminados, limpios, y cargados de un silencio tierno que invitan a la meditación y el estudio; ni sus trabajadores, esas personas siempre atentas, que velan, sobre todo,  por que de entre cualquier posible grupo de concurrentes, no se levante una voz por encima de las  otras hasta romper el ambiente “sagrado” de esas instituciones y pueda afectar a los demás usuarios.





El oficio del bibliotecario viene desde el origen mismo del libro como producto cultural y medio de comunicación, es su guardián; es además, o debe ser, y con la misma fuerza e importancia, organizador, proveedor, facilitador, y profundo conocedor de sus contenidos; personas capaces de poder trabajar en bibliotecas públicas, escolares, especiales para ciegos y sordos, o en especializadas, como la de un Instituto de Investigación,  en la interna de una empresa,  las parlamentarias, y en las Nacionales.
Un ejemplo bien clásico del constante accionar, de ellas y ellos, es el de la emblemática Biblioteca Nacional José Martí -rectora en Cuba del sistema, con más de cuatrocientas once bibliotecas públicas-, encargada de la adquisición, conservación y divulgación de las obras del patrimonio bibliográfico de la Isla. Compila las obras escritas, publicadas o no, y todo tipo de documentos resultantes de la creación artística o de la investigación histórica, científica, la recreación, el deporte, la información general y específica sobre los aspectos de la vida del país, así como los personajes y hechos que de una forma u otra han contribuido a formar rasgos esenciales de la nacionalidad.
Antonio Bachiller y Morales  -reconocido periodista, historiador y abogado-, nació en La Habana, el 7 de junio de 1812.  Por su inmensa erudición y el alcance y la extensión de su obra, logró ser considerado por muchos de sus contemporáneos un patriarca de las letras, y por Martí, “el caballero cubano”. En homenaje a su figura, se declaró y celebra –desde 1950- la fecha de su nacimiento, en todo el territorio nacional, como el  Día del Bibliotecario Cubano.
Cada celebración anual de la efeméride se dedica a reconocer a los trabajadores más destacados del sector con  el sello Antonio Bachiller y Morales, su más alta distinción, y los Premios Nacionales de la Asociación. En esta oportunidad, y coincidiendo con el bicentenario del nacimiento del Patricio, la Jornada se extenderá del 4 al 9 de junio, en coordinación con la Oficina del Historiador de la Ciudad.