Por guardar
y organizar la memoria de todos
Félix
García Acosta (Felo)
Las
bibliotecas no son solo esos amplios salones, muy bien iluminados, limpios, y
cargados de un silencio tierno que invitan a la meditación y el estudio; ni sus
trabajadores, esas personas siempre atentas, que velan, sobre todo, por que de entre cualquier posible grupo de
concurrentes, no se levante una voz por encima de las otras hasta romper el ambiente “sagrado” de
esas instituciones y pueda afectar a los demás usuarios.
El oficio del bibliotecario viene desde
el origen mismo del libro como producto cultural y medio de comunicación, es su
guardián; es además, o debe ser, y con la misma fuerza e importancia, organizador,
proveedor, facilitador, y profundo conocedor de sus contenidos; personas
capaces de poder trabajar en bibliotecas públicas, escolares, especiales para ciegos y
sordos, o en especializadas, como la de un Instituto de Investigación,
en la interna de una empresa, las parlamentarias, y en las Nacionales.
Un ejemplo
bien clásico del constante accionar, de ellas y ellos, es el de la emblemática
Biblioteca Nacional José Martí -rectora en Cuba del sistema, con más de cuatrocientas
once bibliotecas públicas-, encargada de la adquisición, conservación y
divulgación de las obras del patrimonio bibliográfico de la Isla. Compila las
obras escritas, publicadas o no, y todo tipo de documentos resultantes de la
creación artística o de la investigación histórica, científica, la recreación,
el deporte, la información general y específica sobre los aspectos de la vida
del país, así como los personajes y hechos que de una forma u otra han
contribuido a formar rasgos esenciales de la nacionalidad.
Antonio
Bachiller y Morales -reconocido
periodista, historiador y abogado-, nació en La Habana , el 7 de junio de 1812. Por su inmensa erudición y el alcance y la
extensión de su obra, logró ser considerado por muchos de sus contemporáneos un
patriarca de las letras, y por Martí, “el caballero cubano”. En homenaje a su
figura, se declaró y celebra –desde 1950- la fecha de su nacimiento, en todo el
territorio nacional, como el Día del
Bibliotecario Cubano.
Cada celebración
anual de la efeméride se dedica a reconocer a los trabajadores más destacados
del sector con el sello Antonio Bachiller
y Morales, su más alta distinción, y los Premios Nacionales de la Asociación.
En esta oportunidad, y coincidiendo con el bicentenario del nacimiento del Patricio,
la Jornada se extenderá del 4 al 9 de junio, en coordinación con la Oficina del
Historiador de la Ciudad.