Como cualquier otra obra artística que aspire a mostrar
importantes valores –y muy a pesar de que en ocasiones se le separe increíblemente
del arte–, sucede que la literatura también necesita del cambio constante y la
renovación; de la búsqueda siempre revolucionaria de temas y estructuras nuevas
para poder crecer, y evolucionar, de acuerdo con su época. Se sabe, y en eso
creo que seremos muchos los que estaremos de acuerdo; sin embargo…
“Felo, ¿usted pudiera explicarme por qué lo que se escribe ahora
mismo en Cuba, a nadie le gusta?” Esa pregunta –para nada sencilla y totalmente
real, lo juro– me fue lanzada, nada menos que al aire y de manera inesperada
–ante no sé qué cantidad de público–, en un programa radial donde yo hablaba
sobre literatura.
Por supuesto que consideré demasiada absoluta la afirmación.
También dije que no todos los lectores tienen los mismos intereses y hablé de
que resulta directamente proporcional a cómo tampoco los autores cubanos
actuales, que escriben aquí, tienen por qué hacerlo –¿lo hacen?– todos igual, y
sobre lo mismo. Pero…
“En Cuba es, como si se escribiera una sola novela a muchas
manos”, escuché decir, o leí, refiriéndose a la coincidencia de temas y
estilos. “La anécdota –y con ella lo que se quiere contar, entiendo yo–, como
la dramaturgia en el relato, han perdido terreno; se escribe solo por la
aventura del lenguaje, dijo alguien, o dicen muchos; no tiene importancia.
Me pregunto: ¿Se trata, entonces, de simple palabrería hueca?
¿No se considera ya importante, el atraer y mantener al público
lector “enganchado” con la historia –que al parecer para algunos tampoco es
importante- a través de la dramaturgia? ¿Podría justificarse una
experimentación total y tan constante que llegue, incluso, en ocasiones, a
afectar la comunicación autor-lector solo por esa necesidad evolutiva del arte?
Experimentar es válido –ya lo dije–, ir a la vanguardia es magnífico
para todos, claro. Pero… ¿qué sucede realmente? ¿Es necesario bajar, o subir al
público? No creo que sea un fenómeno absoluto, ni que nadie tenga una solución
mágica e inmediata, aunque sí me parece que la opinión autorizada de un grupo
de expertos –creadores jóvenes y actuales, críticos y estudiosos– pudiera
esclarecer, o al menos, poner a pensar, de una manera diferente a ese público
lector, que ahora mismo llena las plazas y lugares donde se desarrolla la XIX
Feria Internacional del Libro Cuba 2010.
Publicaremos las entrevistas a algunos estudiosos, que nos darán sus opiniones muy personales y…, al final, después de ellos, volveremos a encontrarnos. Esperamos disfrutar, entre todos, este blog.
Publicaremos las entrevistas a algunos estudiosos, que nos darán sus opiniones muy personales y…, al final, después de ellos, volveremos a encontrarnos. Esperamos disfrutar, entre todos, este blog.
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