miércoles, 6 de junio de 2012

Festival Internacional de poesía





                
             Se desbordó La Habana de poesía
                           Félix García Acosta   (Felo)
                           Fotos: Santiago Rodríguez

Ciento noventa y seis, de treinta y dos países, fueron los poetas que se reunieron en La Habana para compartir su arte en el 16 Festival Internacional de Poesía, 2012, un espacio de debates, diálogos, e intercambios,  dedicado, en esta oportunidad, a las culturas del Caribe, conmemorar el bicentenario del asesinato de José Antonio Aponte, y celebrar los primeros cien años del natalicio de Virgilio Piñera. 
La poesía llegó a todas partes: fábricas y otros centros laborales, calles y parques, además de reconocidas instituciones culturales, fueron los activos protagonistas de la fiesta que, también, se extendió a otras provincias.
El viernes 25 se disfrutó de  un exposición y venta de libros –yo diría que masiva-, a las diez de la mañana, en una carpa en el parque Fe del valle, diez  puntos de ventas con mesas y sombrillas por todo el bulevar de San Rafael, y dos carpas en el Parque Central, que se mantuvieron durante el día.
La habitual Tertulia Cantidades rosadas de ventanas, con el Premio Nacional de Literatura César López como anfitrión, y  una muestra fotográfica de Cynthia Grandini, recibió ese día -en su sede del Centro Cultural Habana, en San Rafael entre Águila y Galiano- al poeta chileno  Omar Lara.
El sábado 26, todo comenzó a la misma hora matinal, con un acto homenaje al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, frente al monumento que perpetúa su memoria  en el Parque Central, continuaron los puntos de ventas y sombrillas por todo el citado bulevar, y las carpas en el propio parque.
Asimismo, en esa ocasión, la sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuaba (UNEAC) fue sede de las presentaciones de los títulos: Cubanías, de Tito Alvarado y Raquel Catalán; Asalto al cielo, de Tito Alvarado; No me cures que me matas, de Roberto Palomino; A la sombra de la muerte, Alejandro Mújica; Herencia para las futuras generaciones (antología); Desde los ausoles de la patria mía y La querencia en la montaña, de Santiago Vázquez; y Surgente, de Raúl Jauzat.
Y hubo, lectura de poemas, en el parque Fe del Valle y el Bulevar de San Rafael; espectáculo teatral infantil, en el Cinecito; Poesía amatoria, en el Café bar El Toldito; Poesía en Altavoz, en el Parque Central; Tarde de México, en el Centro Cultural Habana; Proyecto Imagen 3, en el Paseo del Prado; un homenaje a Antonio Maceo, con lectura de poemas, en la Acera del Louvre...
Para terminar luego, a toda máquina, con el Cabildo de los Poetas de La Habana, una acción en homenaje a José Antonio Aponte -negro libre que lideró la primera conspiración nacional de carácter independentista en la Isla, en 1812-, a partir de las cinco de la tarde en el Parque Central, con una nutrida concurrencia. Nada que, nuevamente, La Habana se llenó de poesía de la buena.






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