Se desbordó La Habana de poesía
Félix García
Acosta (Felo)
Fotos: Santiago Rodríguez
Ciento noventa y seis, de treinta y dos países, fueron los
poetas que se reunieron en La Habana
para compartir su arte en el 16 Festival Internacional de Poesía, 2012, un
espacio de debates, diálogos, e intercambios,
dedicado, en esta oportunidad, a las culturas del Caribe,
conmemorar el bicentenario del asesinato de José Antonio Aponte, y celebrar los
primeros cien años del natalicio de Virgilio Piñera.
La poesía llegó a todas partes: fábricas y otros centros
laborales, calles y parques, además de reconocidas instituciones culturales,
fueron los activos protagonistas de la fiesta que, también, se extendió a otras
provincias.
El viernes 25 se disfrutó de un exposición y venta de libros –yo diría que
masiva-, a las diez de la mañana, en una carpa en el parque Fe del valle, diez puntos de ventas con mesas y sombrillas por
todo el bulevar de San Rafael, y dos carpas en el Parque Central, que se
mantuvieron durante el día.
La habitual Tertulia Cantidades
rosadas de ventanas, con el Premio Nacional de Literatura César López
como anfitrión, y una muestra fotográfica
de Cynthia Grandini, recibió ese día -en su sede del Centro Cultural Habana, en
San Rafael entre Águila y Galiano- al poeta chileno Omar Lara.
El sábado 26, todo comenzó a la misma hora matinal, con un
acto homenaje al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, frente al monumento que perpetúa
su memoria en el Parque Central,
continuaron los puntos de ventas y sombrillas por todo el citado bulevar, y las
carpas en el propio parque.
Asimismo, en esa
ocasión, la sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuaba (UNEAC) fue
sede de las presentaciones de los títulos: Cubanías, de Tito Alvarado y
Raquel Catalán; Asalto al cielo, de Tito Alvarado; No me cures que me matas,
de Roberto Palomino; A la sombra de la muerte,
Alejandro Mújica; Herencia para las futuras generaciones
(antología); Desde los ausoles de la patria mía y La
querencia en la montaña, de Santiago Vázquez; y Surgente, de Raúl
Jauzat.
Y hubo, lectura de poemas, en el parque Fe del Valle y el
Bulevar de San Rafael; espectáculo
teatral infantil, en el Cinecito;
Poesía amatoria, en el Café bar El Toldito; Poesía en Altavoz, en el Parque
Central; Tarde de México, en el Centro Cultural Habana; Proyecto Imagen 3, en
el Paseo del Prado; un homenaje a Antonio Maceo, con lectura de poemas, en la Acera del Louvre...
Para terminar luego, a toda máquina, con el Cabildo de los
Poetas de La Habana , una
acción en homenaje a José Antonio Aponte -negro libre que lideró la primera
conspiración nacional de carácter independentista en la Isla, en 1812-, a
partir de las cinco de la tarde en el
Parque Central, con una nutrida concurrencia. Nada que, nuevamente, La Habana se llenó de poesía de la buena.
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